Orígenes del perfil criminológico.
Los orígenes del perfil criminológico tienen sus raíces aproximadamente sobre
el año 1888, en Inglaterra, curiosamente en la investigación del caso de Jack el
Destripador, elaborada por el psiquiatra Dr. Thomas Bond. En este sentido
encontramos que CANTER1
el creador de la “psicología investigadora”, dice “…
este perfil prueba que dicha técnica como herramienta auxiliar de la policía fue
algo inherente al propio nacimiento profesional de ésta…”. Pero además, se
confirma dicha técnica como herramienta científica amparada por la
criminología y la psicología/psiquiatría.
Lo que es innegable es que el perfil criminológico como técnica de investigación
criminal se encuentra en sus inicios, reconociéndose como fecha aproximada de
la primera metodología científica sobre el perfil criminológico, la que realizó el
F.B.I.2 en los años 1970 en Quantico (Estados Unidos). Podemos decir en
principio que el cuño originario del término se les debe reconocer a ciertos
investigadores integrantes de dicha institución.
Así, el perfil criminal (criminal profiling), es en verdad la terminología que se
introduce en el mundo occidental. Pero esté término plantea ciertos problemas
de interpretación.
Para resolver el problema en el mundo occidental se aplica una termología
basada en el término perfil criminológico (criminology profiling). Así
GARRIDO GENOVES3 expone “… con la expresión perfil criminológico estamos
haciendo referencia de un modo explicito a la aportación que un psicólogo o
criminólogo hace a las fuerzas policiales para la captura del criminal, y al mismo
tiempo ponemos de relieve que en esa tarea el experto ha de emplear los
conocimientos que se derivan de la ciencia de la Criminología”.
En cambio, con la denominación angloamericana de perfil criminal (criminal
profiling) hacemos referencia únicamente a un psicólogo, lo cual reduce el
campo a una sola figura profesional, además de ser ambiguo, ya que, un perfil
criminal puede consistir en realizar desde un estudio sobre el riesgo de
reincidencia de un sujeto, a un estudio sobre una serie de características
comportamentales básicas en relación a un individuo o colectivo, etc.…
Estamos de acuerdo por tanto con GARRIDO, en que un perfil criminológico
debe de ser realizado por un profesional experto en el empleo de los
conocimientos derivados de la ciencia Criminológica (como veremos
posteriormente este experto solamente realizará su parte concreta dentro del
equipo multidisciplinar).
Además, el término criminológico conecta directamente con la propia ubicación
científica de la técnica criminalística denominada perfil criminológico.
En España, es GARRIDO GENOVES4 5 a día de hoy el único experto que ha
realizado perfiles criminológicos por petición de las autoridades policiales ante
casos de asesinato en serie. Ello es de gran importancia, por que según nuestro
modelo policial la investigación de un delito es de carácter exclusivo a las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, está situación conlleva que si dicho experto ha
sido consultado en varios casos, nos remite a pensar en la idea de que los
investigadores policiales necesitan ser orientados en ciertos casos criminales
ante la producción de una serie de hechos que cuanto menos se les presentaban
de difícil análisis y solución.
Si bien es cierto que en está línea pero con carácter privado otros expertos como
STANGELAND6 y JIMÉNEZ7, han elaborado perfiles criminológicos sobre
violadores en serie, el primero con una efectividad considerable; el segundo, nos
encontramos a la espera de conocer la detención del criminal para valorar la
eficacia de su perfil criminológico publicado.
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